Reflejos

Temblando del miedo a perderte te sostengo entre mis mis fríos recuerdos de vieja motorista a la que le gustaba surcar carreteras en busca de la libre sensación del viento en la cara, como si de un águila se tratase.

Te busco pero no te encuentro. No tengo esa sensación de sonrisa en mi cara con la que te recibía en antaño, pero mi voz te llama recordando cuando gemía entre tus brazos.

Bailando al son de mis pasos comienzo a levantar la vista hacia el mañana.

No te veo, no te encuentro, NO ESTÁS.

¿Qué puedo hacer para olvidarte? ¿Para evitar que el recuerdo del roce de tus manos me obsesione hasta volverme loca? No puedo contener mis emociones por mucho más tiempo. Quiero hacer todo lo que es tuyo mío para asegurarme de que tus heridas nunca cicatricen y sean siempre parte de las mias.

Papeles que relleno fingiendo no darme cuenta de cada segundo que no estoy contigo, llena de ti. Porque ahora se la diferencia de estar medio llena y medio vacía.

Miro en el reflejo de mi habitación esperando encontrate, pero lo único que veo es una mancha borrosa con mirada de páico al ver que el mañana será distinto.

Seguiré buscando el antiguo reflejo que me devolvía mi ser, buscando en esta muchedumbre que siempre dispersa mis pensamientos.

Esperándote en el lugar de siempre que ambas conocemos.

P.D: texto que escribí hace un tiempo. No tiene relación con nadie ni con ningún estado de ánimo (de hecho cuando escribí esto me salió así porque acababa de ver una serie que tenía partes románticas tristillas), ni con ningún suceso.